¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? En el Gut Hühnerhof, en la región del Rin-Meno, la respuesta se encuentra rápidamente: el huevo. Pero para explicarlo, hay que ir muy lejos. Érase una vez, en la época de los hermanos Grimm, un reino que poseía una multitud de monedas. "Pero el huevo era igual de caro en todas partes", cuenta Myriam Hecker. Y así para aumentar el valor de su propiedad, el dueño de la finca en ese tiempo le dio el nombre "Corral de Pollos".
"En 1980, mis suegros descubrieron la granja en un anuncio en un periódico y vinieron a visitarla desde Baviera", señala Myriam Hecker. ¿Qué encontraron? Un lugar olvidado, enterrado bajo los escombros de varias décadas. ¿Y hoy? El nombre perduró. Y también muchos muros antiguos de piedra arenisca, cubiertos de viñas vírgenes. Restaurada con encanto y con elementos modernos de vidrio y madera de roble, toda la zona brilla con un nuevo esplendor. ¡Como recién salida de un huevo! Además de la casa de celosía, ahora también incluye una taberna, un restaurante, un campo de golf de 27 hoyos y un hotel con cafetería.
Myriam Hecker llegó a Hühnerhof en 1999, se unió al hotel recién inaugurado en 2004 y asumió la dirección en 2006. "Durante la semana somos un puro hotel de negocios y conferencias, los fines de semana estamos muy ocupados con bodas y celebraciones familiares", afirma la gerente del hotel. Por ello, el hotel no solo es conocido y popular en toda Alemania, sino que también ha sido galardonado, aunque sigue siendo un hotel familiar. Esto no es casual. "Seguimos siendo un negocio familiar. Cada miembro tiene su propia área en la que puede realizarse plenamente".
Y esta familia ha vuelto a crecer, con la nueva generación de lavavajillas M-iClean U demeiko. Se encuentra en la cafetería abierta en 2018 y como único lavavajillas del ámbito hotelero tiene mucho trabajo: de media, de 80 a 120 personas desayunan aquí los fines de semana. A esto hay que sumar los visitantes que acuden regularmente a la cafetería y los participantes en conferencias durante la semana.
"Apreciamos particularmente el sistema de ósmosis. Aquí se nota una clara diferencia en el resultado del lavado". Un argumento más: precisamente este sistema, el MÓDULO GiO, está completamente integrado en el lavavajillas en el nuevo M-iClean U. Esto ahorra espacio, tiempo y costes de instalación. "Como el diseño de la cocina ya estaba terminado, necesitábamos un modelo que ahorrara espacio". Gracias a MEIKO lo hemos encontrado. El concepto de manejo azul también nos convenció.
"Otorgamos mucho valor a la calidad. Esto comienza con los muebles; casi todos ellos se fabrican en nuestra carpintería. Y no acaba con el lavavajillas. Por este motivo, nos decantamos por MEIKO". Calidad, espíritu de familia, corazón y alma": esta mezcla inspira. No solo los huéspedes y comensales. "Aquí esto lo vive todo el mundo, incluidos todos los empleados, lo vive", apunta Myriam Hecker. Como una gran familia.
