«Buscábamos la solución más ecológica posible para nuestras necesidades», explica el director general de catering de la escuela Thomas's de Battersea, Mark Newman.
En la Thomas's se da de comer a más de 560 chicos y chicas de entre cuatro y trece años, sin olvidarnos de unos 120 empleados, y sus sistema de residuos procesa los restos cuando devuelven las bandejas.
«Los niños especialmente están muy concienciados, y la acreditación ecológica del sistema WasteStar ha dado en el clavo; nos ha puesto a la cabeza y ha garantizado el cumplimiento de futuras legislaciones.»
El nuevo lavavajillas y el sistema de procesamiento de desechos WasteStar han sido fabricados por MEIKO y definidos por el especialista en cocinas industriales Court Catering Equipment.
«Queríamos acertar con el tema de la gestión de desechos de comida y no tener que sustituir el sistema en un par de años si cambia la legislación.
En algún momento, el gobierno pondrá fin al uso de equipos de gestión de desechos en cocinas industriales. Queremos asegurarnos de que vamos por el camino correcto para el cuidado del medio ambiente.»
En un sencillo proceso que forma parte del nuevo sistema de lavavajillas, los desechos se cepillan de los platos cuando estos se cargan en la gran cinta del lavavajillas.
En lugar de tirarse a la basura o por el desagüe a través de una unidad de desechos de comida, los residuos se trituran en pequeños trocitos y se bombean a un depósito de almacenamiento sellado a la espera de ser recogidos.
Han pasado de tener que recoger los residuos varias veces a la semana a tener que hacerlo, como máximo, dos veces cada trimestre.
Además de crear una solución sostenible reduciendo el recorrido que debe realizar el servicio de recogida, en la Thomas's han reducido drásticamente el consumo de detergente para lavavajillas y productos químicos gracias al nuevo sistema que trabaja junto con el sistema de residuos al vacío usando «casi la mitad de detergente y abrillantador que con el sistema anterior», comenta Mark Newman.
*Sin procesar la materia orgánica o los desechos de comida mediante digestión anaeróbica (DA), los residuos acaban en la basura y se producen unos niveles considerables de metano, una sustancia dañina para el medio ambiente, que se emiten a la atmósfera. Aunque se sigue creando metano al descomponer los residuos orgánicos en una planta de DA, los gases se capturan y se usan como biogás para crear energía en vez de contaminar la atmósfera.