La panadería Wikingerbäcker se dirige con paso firme hacia el éxito. Los amantes del café disfrutan de un guiño gastronómico en casi todas su filiales. «Si, más adelante, inauguramos nuevas filiales o renovamos las ya existentes, no olvidaremos integrar un espacio dedicado al café en cada una de ellas», comenta René Stein, director de ventas, «es el futuro de las panaderías. Ya tenemos establecimientos dedicados en un 45 % a la gastronomía, y la tendencia es al alza».
Y parece que la panadería Wikingerbäcker de Aurich también se inclina a aplicar esta tendencia en el equipamiento de sus cocinas y la tecnología de lavado: en sus filiales se va a instalar un total de 38 lavavajillas, de los cuales 18 serán lavavajillas de capota con recuperación de calor (DV 80.2) y 20 serán lavavajillas bajo encimera de MEIKO para unos resultados de limpieza higiénicos e impecables. Hace siete años, se instaló el primer lavavajillas de capota, desde entonces le han seguido 17 más.
«Las filiales con cafetería son cada vez mayores, por eso es insuficiente la capacidad de lavado de los equipos pequeños», declara René Stein.
«En los lavavajillas de capota, los utensilios sucios se introducen en las cestas, se clasifican, se transportan y se limpian. Es un proceso muy rápido, en cuatro minutos la vajilla está limpia y lista para su uso». Cubiertos, tazas de café, vasos para latte macciato con restos de leche... Todas las piezas salen del equipo en perfecto estado. El proceso es impecable. Estamos muy satisfechos con los equipos de meiko. Recurrir a ellos fue una gran elección».
Puestos individuales, secciones propias en supermercados, establecimientos de venta en campings y filiales con pequeñas cafeterías en el centro de varias ciudades; Wikingerbäcker conquista nuevos terrenos en un radio de 50 kilómetros desde Aurich y hasta la costa del Mar del Norte en Frisia oriental. En 45 filiales, 32 de ellas con carácter gastronómico, se venden productos de panadería y pastelería de gran calidad.